había una vez un hombre que nació hombre, pero el concepto se perdió entre sus ideologías falsas que nada llenaban, entonces, la nada y el vacío y luego la locura y la maldad, ocuparon el espacio que alguna vez ocupó su esencia de hombre..su alma se había derretido y su corazón era de hielo, nada le conmovía, nada le satisfacía, solo dañar lo que tocaba ..era como la manzana putrefacta del cajón pues en contacto con los seres humanos, los volvía tristes y los hería..subcionaba su amabilidad y su generosidad..fue así como su compañera ..un día aburrida de sus caprichos y sus fechorías, entregó un pergamino mágico que lo anularía, el perdería lo único bueno que le quedaba, su legado..sus hijos...porque lo que había en su interior tomó forma en el exterior y se volvió horrible por fuera, tanto como lo era por dentro..finalmente dejó de ser hombre y marcado por la fealdad de su apariencia y de su podrido y gélido corazón todos aquellos que alguna vez le amaron, sus pequeños, aquellos por los que decía seguía teniendo algo de humanidad , ya no le conocían y le huían....fue así que alejado de los hombres y ahuyentado por su horrible apariencia terminó escondiendose solo en un rincón de un bosque perdido...con el pasar de los siglos, murió solo y triste y en su lecho de muerte lloró una lágrima con la pizca de hombre que estaba en lo profundo de su corazón de hielo..y cerró sus ojos con el recuerdo de la familia que le había amado antes de volverse un monstruo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario